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La clasificación de suelos para cocinas que vamos a hacer es por tipo de material, ya que las diferencias vienen dadas en función de éste.

SUELOS PARA COCINAS DE CERÁMICA.
Los suelos de cerámica o de gres son muy duraderos y fáciles de limpiar con un poco de agua y productos para limpiar suelos. Es impermeable, de modo que no tendrás problemas cuando se derramen líquidos. Tampoco se raya con facilidad.Ahora mismo es muy común encontrar cocinas cuyos suelos imitan las vetas y los diseños de la madera, pero se trata de cerámica, de modo que quedan espacios muy bonitos y acogedores pero que no necesitan de los cuidados de la madera. Y además hay otros colores y gamas. También hay modelos que simulan piedra y otros materiales.
También es recomendable escoger piezas grandes para que haya menos juntas y así el suelo quede más vistoso. Además, te ahorras su limpieza. Eso sí, cuanto más grandes y cuanto mayor sea la superficie a cubrir, más caro es el metro cuadrado.

SUELO DE PIEDRA NATURAL.
Las piedras naturales más empleadas en los suelos de las cocinas son el granito, el mármol y la pizarra, debido a sus propiedades, ya que son duraderas y resistentes.
Con los cuidados necesarios, duran mucho tiempo, así que se trata de una inversión a largo plazo. El granito y el mármol deben ser tratados, ya que son porosos y así evitamos que absorban líquidos. También hay que pulirlos cada cierto tiempo para que recuperen el aspecto del primer día.
En cuanto a los colores, la pizarra es la que ofrece un abanico menos amplio, pero igualmente hay pizarra verde, azulada, gris, negra e incluso rojiza. Con el granito y el mármol sí podremos encontrar diferentes colores.
Los suelos de piedra darán a cualquier cocina un aspecto muy elegante. Si además se combinan con encimeras del mismo material, tendremos un espacio del que no querremos salir. Eso sí, el precio es elevado.

COCINAS CON SUELO DE MADERA.
La madera natural en el suelo crea una sensación muy acogedora en cualquier cocina, aunque sea pequeña, y queda muy bonito. Además, existen tantos tipos de madera que seguro que encontraremos algún tono que nos enamore.
El problema es que hay que cuidar mucho este suelo y protegerlo para que no absorba la humedad y las manchas no se queden marcadas en su superficie.
También es una opción recomendable poner el suelo de madera cuando se trata de una cocina abierta o estilo americano y el resto de la casa es de parquet o madera, para así crear esa sensación de amplitud.

SUELO PORCELÁNICO.
Una alternativa a la cerámica, la piedra y la madera son los suelos para cocinas porcelánicos, ya que sus diseños pueden imitar los tres materiales con muy buenos resultados e incluso diferentes texturas.
Es impermeable, muy resistente a los golpes y se limpia con facilidad.
El precio es bastante elevado y más si queremos que nos instalen baldosas grandes para así evitar las juntas todo lo posible.

SUELOS VINÍLICOS.
Si nuestro presupuesto es reducido, pero no queremos renunciar al confort y el diseño, los suelos para cocinas vinílicos son una estupenda opción. Su característica principal es que simulan otro tipo de materiales, es resistente al agua y se puede colocar sobre otros suelos.

SUELOS LAMINADOS.
Si tener un suelo de cocina de madera natural no termina de convencernos por las desventajas que comentábamos, pero no queremos renunciar a esa estética, los suelos laminados son una alternativa.
Son mucho más resistentes y más baratos que la madera natural. Además, su mantenimiento es más sencillo y son impermeables. Incluso las juntas no suponen un problema si escogemos una opción sellada.
Si tienes calefacción radiada consulta con el fabricante si puedes instalarlo, ya que podría dañar el material. Otra desventaja es que, si se trata de un suelo laminado de baja calidad, se raya con facilidad y no hay forma de arreglarlo.

SUELOS HIDRÁULICOS.
Lo retro y vintage está de moda hasta en la cocina. Los suelos tipo baldosa decorados con diferentes motivos son tendencia y no solo porque dan personalidad a las cocinas, sino también porque aguantan muy bien la suciedad. Además, admite todo tipo de decoraciones.
Sin embargo, se trata de un material poroso, así que un suelo hidráulico sin tratar puede absorber manchas, por lo que es recomendable tratarlo para que esto no pase.

SUELOS DE LINÓLEO.
El linóleo suena anticuado y sin embargo es uno de los mejores materiales para nuestras cocinas. Su origen es natural, lo que lo convierte en un tipo de suelo biodegradable el día que queramos deshacernos de él.
Es impermeable, las manchas salen con facilidad y se limpia sin problemas. Puede durar décadas en buenas condiciones si se mima y se invierte en un linóleo espeso. Además, su precio es uno de los más baratos y se puede instalar sin necesidad de retirar el suelo existente. Se presenta normalmente en formato de rollo.
Hay suelos de linóleo de muchos colores y diseños. Eso sí, se trata de superficies mate, sin brillo. Aunque ese detalle puede ser una ventaja porque nunca hará falta pulirlo.
Quieras la cocina que quieras, seguro que algunos de estos suelos para cocinas se adaptan al estilo, presupuesto y características que quieres para este espacio en tu casa.